No solo de enchilada minera se vive en Guanajuato ni en Sabor es Polanco

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Cada que alguien pregunta ¿qué se puede comer en Guanajuato? Llega la clásica respuesta de “enchiladas mineras”. Si, son una delicia, pero hay más cosas que disfrutar. Los asistentes de Sabor es Polanco en su edición 2020 pudieron comprobarlo.

Guanajuato es más que enchiladas mineras; si, las amamos, pero es momento de que pruebes más allá del platillo ícono.

Podríamos comenzar con el que se está convirtiendo en un clásico: La Cocinoteca.

Los asistentes a la gran comilona en los Jardines de Campo Marte pudieron deleitarse del cono de cecina relleno de carne tártara y de pork belly en mole de cecina de Juan Emilio Villaseñor.

El cono es una mezcla de dos clásicos de las cantinas leonesas: la cecina y la carne tártara.

El mole de cecina simplemente no tiene abuela y bañando el pork belly hecho en La Cocinoteca tiene la calidad y sabor exacto para arrancarte un sonoro: “mmmmmmmm!!!”.

Seguimos en el pasillo de Guanajuato y probamos las delicias de Marsala con acentos, Trazo 1810, Bovine y Áperi.

Otro de mis favoritos fue el “Ópera de Maracuyá” de Áperi.

Además de las delicias de los restaurantes, pude probar el tradicional taco chichimeca de David Quevedo, que siempre es una delicia rellena de escamoles de su tierra, San Luis de la Paz.

Rita Campos y Bricio Domínguez también estuvieron deleitando a los asistentes al stand de Guanajuato.

Las marcas del Estado no podían faltar; desde cerveza artesanal “Genaro Roque”, los deliciosos provolones de “Bonalife” y el mezcal Cuanax fueron algunos de los asistentes.

Como Guanajuato también en tierra de vinos, los viñedos del estado estuvieron dando prueba de la diversidad de uvas que hay en el Valle de la Independencia. Tres Raíces, San José Lavista, Vinos Guanamé y Santísima Trinidad fueron algunos de los presentes.

No podíamos ir sin vivir la experiencia completa, Dante Ferrero y “La vaca es mía” también estuvo presente.

Sabor es Polanco fue una gran experiencia para mostrar el talento que hay en el Destino Cultural de México, más allá de las charamuscas y las enchiladas mineras.

Te dejamos algunas estampas de nuestra experiencia recordándote que si te gustó lo que probaste en los Jardines de Campo Marte, es tu obligación foodie darte un banquete en cada lugar: San Miguel de Allende y León.

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