No es lo mismo ser Pueblo Mágico que Ciudad Patrimonio

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En distintas publicaciones o comentarios de turistas con gusto por compartir las fotos de los lugares que visitan, usualmente saben que el destino turístico cuenta con un distintivo, pero en varias ocasiones se han llamado “Pueblos Mágicos” a “Ciudades Patrimonio Cultural de la Humanidad” o viceversa.

Según la información oficial, son dos cosas totalmente distintas. En temas de promoción turística es un plus para algunos destinos, pues no es un lugar al azar, si no un espacio con historia y distinción.

En el caso de las Ciudades Patrimonio Cultural son declaradas por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura); la denominación “Ciudad Patrimonio” surgió con el fin de fomentar la diversidad cultural y su corolario – como el reconocimiento de la civilización y diversidad cultura del lugar- .

“La diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo, no sólo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual más enriquecedora. Esta diversidad es un componente indispensable para reducir la pobreza y alcanzar la meta del desarrollo sostenible, gracias, entre otros, al dispositivo normativo, elaborado en el ámbito cultural” . Fuente: unesco.org .

Por consecuente, surge en 1972, la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural tras la necesidad de identificar parte de los bienes inestimables e irremplazables de las naciones. Se lee en el sitio de unesco.org: “La pérdida de cualquiera de dichos bienes representaría una perdida invaluable para la humanidad entera”.

“La Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO es un legado de monumentos y sitios de una gran riqueza natural y cultural que pertenece a toda la humanidad. Los Sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial cumplen una función de hitos en el planeta, de símbolos de la toma de conciencia de los Estados y de los pueblos acerca del sentido de esos lugares y emblemas de su apego a la propiedad colectiva, así como de la transmisión de ese patrimonio a las generaciones futuras”.

La Lista de Patrimonio Mundial cuenta con 936 sitios inscritos; 725 son bienes culturales, 183 bienes naturales y 28 bienes mixtos, situados en 153 Estados. En México hay 31 sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, de los cuales, 4 bienes son naturales y 27 bienes son culturales .

Ahora, el distintivo de Pueblo Mágico es a nivel nacional; México tomó a aquellos lugares con magia (de ahí el nombre); aquellos pueblos – o no tan pueblos- que tienen el encanto de lugares de antaño, aquellos con leyendas, historia enriquecedora y algunos detalles simbólicos que te hacen querer estar ahí todos los fines de semana.

Esos pequeños destinos turísticos que por ser en menor escala a los gigantes de sol y playa, no dejan de sorprenderte.

Según el sitio de Secretaría de Turismo Federal: “El Programa Pueblos Mágicos contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros”.

Pueden ser comunidades, pequeñas playas o un semántico menor de atracciones.

En el país se cuentan con 26 Pueblos Mágicos, en cada estado hay y cada uno tiene su encanto.

Entre las Ciudades Patrimonio y Pueblos Mágicos podría manejarse un tema de élite, la distinción de ser nombrado por una Organización de talla mundial a la diferencia de ser la estrella local, pero la promoción turística igual funciona, sea enorme o pequeño, el turista quiere ver algo único, visitar lugares recomendables, etc. Pues pocos se atreven a visitar un pueblito que casi nadie conozca, mucho menos, que no recomienden.

Ser Pueblo Mágico es una responsabilidad que se debe de cuidar, al igual que ser Ciudad Patrimonio, excepto que ser esta última es un grado mayor de deberes, pues para conservar el título, la ciudad debe de hacer lo mismo: conservarse.

Los estándares van desde pintura especial, paleta de colores sugerida por la UNESCO, etc.

Ser Pueblo Mágico es una responsabilidad menor, aunque la línea sea la misma: el cuidado diario y el embellecimiento constante. Al momento en que un Pueblo Mágico es nombrado Ciudad Patrimonio, sólo se queda con el último título, tal fue el caso de San Miguel de Allende en Guanajuato.

Sea a una Ciudad Patrimonio o a un Pueblo Mágico, sigan viajando, pues no sabemos el día de mañana quien sea el nuevo miembro de la lista, pero así, ya contaremos con nuestra foto del recuerdo, para presumir al instante.

Lista de Pueblos Mágicos

Pueblos Magicos 1

Pueblos Magicos 2

Pueblos Magicos 3

 

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