La observación de cetáceos, un atractivo turístico de Guatemala

0
1107
Publicidad

A partir de diciembre de 2015, entrará en vigencia en Guatemala una normativa para regular la actividad de observación de cetáceos en sus costas del océano Pacífico.

El vocero del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), José Pablo Coyoy, señaló que el país es ideal para la observación de estas impresionantes especies, pues ocupan las zonas para alimentarse o reproducirse.

El Reglamento para la Observación de Cetáceos en Aguas Guatemaltecas en Actividades Turísticas y Recreativas, nace como una medida para garantizar la seguridad de los animales marinos durante los avistamientos y “evitar acciones que afecten negativamente a la sobrevivencia de la vida silvestre”.

Actualmente, son alrededor de 16 empresas las que prestan el servicio a turistas interesados en lanzarse mar adentro a observar ballenas, delfines, tortugas, aves o medusas, entre otros.

Las empresas especializadas en el avistamiento de cetáceos ofrecen paquetes especiales que van desde los 80 hasta los 140 dólares para ver ballenas, delfines y otros animales marinos en una embarcación en el océano Pacífico, unos 100 kilómetros al sur de la Ciudad de Guatemala.

La principal atracción para los turistas que contratan el servicio es ver las ballenas jorobadas, un mamífero que puede medir hasta 16 metros de largo, con enormes aletas pectorales y que según la Asociación de Biología Marina de Guatemala (ABIMA) utiliza la región como “una zona de crianza y reproducción”.

El reglamento obligará a las empresas que prestan servicios turísticos de observación de cetáceos a inscribirse como agencias operadoras de turismo interno y receptivo y renovar el permiso cada 12 meses.

La normativa determina además que, en caso de ver a un cetáceo, las embarcaciones deberán mantener precaución y una distancia mínima de 100 metros, o 150 en caso de que el animal sea pequeño, con el motor en estado neutro.

De ser necesario, el capitán de la embarcación podrá retroceder, siempre y cuando el vehículo no implique un riesgo para el animal.

Publicidad