Es azucarado y una tradición para estas fechas. Quién no ha quedado embelesado con el rico sabor del Pan de Muerto, obra maestra de la panadería mexicana.
El Pan de Muerto será el más buscado los próximos 1 y 2 de noviembre, pero pocas panaderías en León, lo preparan como lo hace la Panificadora Rosita.
El olor a leña se puede percibir metros antes de llegar a la calle de Artes en la colonia Santiago, en donde se ubica la panadería Rosita, una de las pocas que continúan realizando el Pan de Muerto en un horno de leña.
Desde la elaboración Sergio Navarro, quien panadero desde hace 40 años asegura que lo hace a la “antigüita” pues para conjuntar los ingredientes lo hace al tanteo; en una mesa de madera ubicada hasta el fondo de la panadería mezcla la harina, mantequilla, huevo, anís y azúcar.
Para después colocarle las decoraciones que van sobre el pan, tienen su significado, el círculo que se encuentra en la parte superior del mismo es el cráneo, las canillas son los huesos y el sabor a azahar o anís es por el recuerdo a los ya fallecidos.
Sergio después llevarlo al horno de leña por un lapso de media hora, hasta que toma un color cobrizo, finalmente, deja enfriar uno minutos el pan, para después colocarle mantequilla y espolvorearle azúcar.
Según historiadores, el pan de muerto se remonta a la llegada de los españoles quienes al no aceptar los sacrificios humanos, elaboraron un pan de trigo en forma de corazón bañado en azúcar pintada de rojo.
Así es como la celebración de día de muertos se convierte en un banquete para vivos y muertos, al final ¿por qué no? Puedes acompañar una deliciosa pieza de pan que va desde los 15 hasta los 80 pesos con una taza de chocolate caliente para vivir esta tradición desde el paladar.