Barack Obama, Presidente de Estados Unidos nominó al primer embajador de su país para Cuba en más de medio siglo.
Se trata de Jeffrey DeLaurentis, un diplomático de carrera que ha estado a cargo de la misión de Estados Unidos en La Habana desde 2014.
Ahora deberá ser confirmado por el senado, donde el acercamiento de Obama a Cuba ha encontrado resistencia por parte de la bancada republicana.
Para los grupos que no están de acuerdo con la normalización de las relaciones con el gobierno de Raúl Castro esto representa un gran desafío, de hecho el senador republicano de Florida, Marco Rubio, dijo que la nominación no avanzaría en el legislativo.
“Esta nominación no debería avanzar hasta que el régimen de los Castro muestre progreso significativo e irreversible en las áreas de derechos humanos y libertad política del pueblo cubano, y tampoco hasta que las preocupaciones acerca del robo de propiedad y crímenes en contra de ciudadanos estadounidenses por parte del régimen cubano tengan respuesta”.
Frente a la posible resistencia de los legisladores, algunos funcionarios de la Casa Blanca sostienen que un embajador en Cuba no es una concesión al gobierno cubano, sino una decisión que fortalecería el mensaje de Estados Unidos sobre la necesidad de lograr mejoras en derechos humanos y proteger los intereses de seguridad nacional.
Estados Unidos restableció relaciones diplomáticas con Cuba y reabrió su embajada en La Habana hace más de un año, 55 años después de una amarga ruptura entre las naciones que persistió durante la segunda mitad del siglo XX, hasta que Obama y Castro anunciaron la histórica normalización de relaciones en 2014.