Niños inquietos y cansados, padres preocupados, paseos aburridos o estresantes. Eso es todo lo que no queremos para un viaje corto o para nuestras vacaciones. Viajar con los pequeños puede ser un desafío para toda la familia, pero Skyscanner tiene algunos trucos para dar la vuelta a la situación y viajar con los niños por todo el mundo.
Antes de empezar tu paseo y comprar los boletos, es necesario revisar la documentación y las exigencias establecidas por cada aerolínea. Existen compañías que ofrecen la facilidad de asientos con sillitas especiales, cuando no es permitido subir carreolas o sillas de bebé a la cabina. Si los menores viajan solos o acompañados por personas que no sean sus padres, será necesario presentar el pasaporte y una carta de autorización del padre, madre o tutor legal, la cual debe ser certificada por la autoridad competente.
Durante el vuelo es común que los pequeños estén inquietos, pues normalmente están activos. Para tener un vuelo placentero, prepara algunos juegos sencillos a través de los cuales puedan mantenerse entretenidos mientras interactúan, algunos ejemplos pueden ser “Veo, Veo” un juego de roles en el que ellos sean el piloto. También llevar materiales acordes a su edad como plastilina puede ser muy útil.
Otro punto relevante a considerar en los traslados son los alimentos. Es importante cerciorarse de contar con la comida necesaria, en los horarios que los pequeños tienen establecidos. Esto puede hacer una gran diferencia en su estado de ánimo.
Además, es necesario pensar en los imprevistos, como un pequeño accidente, raspón o herida. Es muy útil llevar un botiquín preparado con medicamentos para los primeros auxilios, y una linterna para la noche. Un complemento útil para los niños es la pulsera de identificación, puedes encontrar opciones de silicón e impermeables.
Ya con todo preparado, ¡es hora de disfrutar esa oportunidad de hacer un viaje fantástico! Al organizar el viaje en conjunto, puedes despertar la curiosidad de los pequeños e involucrarlos en la planeación de la aventura que van a compartir en familia. La ilusión y la emoción van a motivarlos para construir una experiencia única, que podrán recordar por muchos años más.
Un viaje es una oportunidad de aprendizaje y de inmersión cultural. Puedes aprovechar cada ambiente para enseñarle algo diferente a tu hijo. Un picnic en un parque es el momento perfecto para explorar los rincones del lugar, los árboles típicos, las flores especiales que solo vas a encontrar por allá y también las personas que frecuentan el lugar, por ejemplo. Cada situación les abrirá puertas para conocer la historia, la cultura y el arte de la nueva ciudad o país que están viviendo en familia.
Si elegiste más de un destino para viajar, aprovecha la energía de los niños para los recorridos y las horas de sueño para desplazarte entre un punto y otro. Es importante respetar la individualidad de tus compañeros de viaje, olvidar un poco la agenda y aprovechar las nuevas oportunidades que pueden aparecer en el camino.
Viajar es estrechar lazos, mirar el mundo con nuevos ojos y nada mejor que disfrutar nuevos horizontes al lado de las personas que más dan sentido a tu destino.