Entre San Miguel y San José de Comondú, en Baja California Sur, existe una maravilla natural que alberga una gran diversidad biológica en medio de una zona desértica: los Prismas Basálticos, formaciones geométricas que visten parte de la cadena montañosa de la Sierra de La Giganta.
La Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad dio a conocer que los grandes bloques de basalto se originaron hace más de 14 millones de años, debido al volcanismo y a los movimientos de las placas tectónicas oceánica y continental, por lo que, el magma frío que emergió, creó las columnas que actualmente se pueden disfrutar en una mística cueva.
La dependencia indicó que el agua que brota de estas espectaculares columnas hexagonales son un oasis, ya que funcionan como un sistema socio-ambiental, que ha mantenido el fluido constante de este líquido vital durante miles de años, favoreciendo a la proliferación de flora y la fauna silvestre.
Se indicó que los Prismas Basálticos de Los Comondús, como se denomina a las comunidades de San Miguel y San José Comondú por su cercanía, abarca además las localidades de La Purísima y San Isidro, dos lugares con bellos paisajes que desfilan a lo largo de un bellísimo manantial, palmares y frondosos árboles.
Durante un recorrido en los Prismas Basálticos, se recomiendan actividades como la caminata, que invita a admirar paisajes indescriptibles, además de conocer los pueblos sudcalifornianos, por ejemplo San José Comondú, que se encuentra a 20 minutos y donde se pueden visitar las pinturas rupestres.
Además, es posible conocer la elaboración del piloncillo, mejor conocido como “panocha de gajo” que, en una tortilla de harina con queso de chiva fresco y un buen café de talega, deleitan a cualquiera.
En San Miguel Comondú también se puede disfrutar de la comida local, pues las hortalizas y frutos que se cultivan son de los más buscados en la región.
Con información de Notimex