Desde el 24 de marzo del 2025 ya existe la denominación “Vinos de la región Vitivinícola de Querétaro”, que es lo equivalente a las grandes denominaciones como La Rioja, es decir, al ver este sello en un vino sabrás qué aromas y tonos en el vino podrías encontrar.
El organismo encargado fue el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), que dio a conocer la declaración de protección de la indicación geográfica “Vinos de la Región Vitivinícola de Querétaro”, publicada el pasado 10 de marzo en el Diario oficial de la Federación (DOF).
Una indicación geográfica (IGP) es un distintivo que se utiliza en productos que proceden de un lugar geográfico concreto y que tienen cualidades o una reputación que se debe única y exclusivamente a ese lugar.
¿Cómo llegaron a esto?
Para lograr una indicación geográfica protegida se realizó un estudio de zonificación de suelos, de clima y sobre eso, se determinó que variedades de uva son las que mejor se dan en el territorio buscando siempre seguir mejorando la calidad y cumplir con las leyes y reglamentos vigentes en el país.
Algunas de las ventajas al obtener esta indicación geográfica son:
*Permite distinguir un producto por su origen y asociarlo con una calidad y reputación que le son propias y diferenciadoras.
*Proporciona un marco estricto y legal de defensa y protección del producto en contra de la piratería.
*Facilita el acceso de productores a mercados nacionales e internacionales.
*Mejora a nivel regional, nacional e internacional la promoción y la oferta del producto protegido.
*Fomenta y favorece la organización del sector productivo.
* El producto vitivinícola revaloriza sus viñedos y adquiere importancia el valor del vino.
Adriana Vega Vázquez Mellado, Secretaria de Turismo del estado de Querétaro recordó que la Indicación Geográfica “Vinos de la Región Vitivinícola de Querétaro” es el primer reconocimiento de este tipo en México.
Eugenio Parrodi Wiechers, Presidente del Clúster Vitivinícola de Querétaro
indicó que la entrega de la Indicación Geográfica quedará marcada en la historia de Querétaro y de la vitivinicultura de México, ya que no solo valida la autenticidad y la calidad de los vinos queretanos, sino años el trabajo incansable de generaciones de productores y enólogos visionarios.
¿Y los demás?
La industria vinícola es nueva en México, comparada con el viejo mundo, pero si de historia se trata, Baja California le lleva mucho camino recorrido a Querétaro; sin dejar de lado la casa vinícola más antigua de Latinoamérica en Parras, Coahuila.
Si bien México cuenta con más y más hectáreas de vitis vinifera cada año, no todos los estados cosechan lo que embotellan.
Les contaré de rumores que hay en la industria que no son más que eso, rumores.
El rumor de siempre ha sido que no todo el vino de Baja California se hace en el Valle Mexicano, que la uva californiana se cuela en algunos caldos es la leyenda favorita de muchos.
Hacer la denominación de origen en vinos de Baja California sería más sencillo que en otros estados, pero incorporar las pruebas de carbono para desarrollar el adn del vino mexicano tendría más tristezas que alegrias.
Aguascalientes también llevaría ventaja en la denominación de origen de sus vinos, pues las notas dulces de la mayoría de sus vinos los delatan.
¿Cómo hablar de vino sin tocar la casa?
Guanajuato es un caso aparte, la denominación de origen va a tardar unos cuantos años, por lo que ha sido más sencillo hacer mucha promoción vía concursos mundiales que certificar los estudios de la uva.
En Guanajuato hay uvas de varias partes del país: desde los largos trayectos desde Ensenada, hasta los mas cortos como San Luis Potosí. Si usted hace la cuenta de hectareas cosechadas contra vino embotellado no le va a salir.
Entre los factores van a saltar para justificar estas acciones serán los bajos rendimientos por la sequía, la lluvia y mil más. No hace falta trabajar en dichos recintos, basta con ir de tour y poner atención en las tablas sembradas.

¿Qué podría ser lo mejor?
La denominación de origen mexicana, por valles o por zonas, podría ser el mejor panorama. Si bien los vinos de la Baja son muy distintos a los de Chihuahua, los de Nayarit de los de Jalisco, lo mejor sería no meternos en temas de certificaciones por estado, hasta ahora.
Lo que hizo Querétaro fue muy bueno, además de valiente y arriesgado, pues imaginen que algún viñedo queretano se atreva a vender vino con uvas de otro lugar, rompería la ilusión de la certificación.