Ixtlán del Río es una de las joyas poco conocidas de Nayarit, un lugar con mucho por disfrutar y un sello único que te encantará.
En Ixtlán del Río, el tiempo parece caminar descalzo entre ruinas prehispánicas, barro vivo, agave, aromas y sabores que despiertan memorias.

En el Taller de Chocolate Manena, la experiencia es íntima, casi ritual. Desde el tostado del cacao hasta el formado de tablillas, participas en un proceso que no es sólo técnico, también espiritual.
Tocar, oler y saborear el cacao mientras aprendes su historia te recuerda que el chocolate, en estas tierras, fue moneda, medicina y ofrenda.

Entre la infancia y la alquimia, las nieves de garrafa son elaboradas conforme a la tradición, con hielo, sal y muchas vueltas.

Cada cucharada es un manifiesto en contra de la prisa moderna, en donde observar el proceso de batido artesanal es casi tan delicioso como saborear una cucharada de coco, vainilla o limón.
Si lo tuyo es descubrir lugares con identidad, Ixtlán del Río debe de estar en tus rutas por descubrir.

