Anunciado como “Casual Argentine Cuisine”, Buenos Aires Bistro hará que te sientas tan especial, que creerás que llegaste a tu casa sudamericana sin salir de San Miguel de Allende.
Ubicado a sólo un par de cuadras del Centro Histórico, Buenos Aires Bistro tiene la magia de internarte en un rincón de Argentina al cruzar la puerta; la música, los aromas y la decoración son su forma de darte el primer abrazo.
Carlos Gardel, Bajofondo Tango Club y más exponentes del tango serán quienes amenicen tu estancia en el lugar.
Los instantes de la infancia, esos que marcaron tus días y que quedaron en memorias fotográficas, son las historias colgadas en las paredes, para ser precisos, los momentos felices de Mariano Álvarez, chef del lugar, son los que te acompañarán en esta travesía de sabor.
El lugar tiene dos años y medio, todo al estilo porteño, incluyendo las clases de tango que se imparten en el patio todos los miércoles. A pesar de que el concepto ha ido evolucionando, continúa siendo parte de la identidad del chef Álvarez; “En mi casa todos los domingos hacíamos asado o venían amigos y familiares” dijo.
Por parte de Padre, heredó el talento y la pasión por el asado, las brasas y la carne. Por parte de Madre, la ascendencia italiana, el gusto por las pastas, las salsas, ensaladas y más.
Ya con un lugar designado en el recinto, nos dedicamos a disfrutar de cada detalle gastronómico. Lo primero fue para abrir boca, totopos y crotones de la casa, el trío para acompañarlos te encantará: chimichurri tradicional argentino, berenjenas y zanahorias al escabeche y chimichurri picante a base de 5 chiles, del cuál, no hemos podido saber los misteriosos integrantes, pues es receta secreta de la casa.
La primer entrada llegó, empanadas horneadas, de un tamaño para que puedas seguir disfrutando de más. De carne, humita (elote, cebolla y queso) y un mix de espinaca y gorgonzola son el trio del primer acto. No dudarás en acompañarlas con un poco de chimichurri, el toque para sentir que apenas aterrizaste en Argentina.
La provoleta asada es un platillo tradicional, pero la servida en Buenos Aires Bistro con camarones es de mis favoritos. Los camarones son salteados en chimichurri de cinco chiles, servidos sobre el provolone a la parrilla.
En palabras del chef, la provoleta con camarones “pica poquito, rico, pero no pica tanto”, es una señal de que es la única parte mexicanizada del lugar, la escala del picor.
Continuamos con una Panzanella de La Boca, conformada por espinaca, arúgula, tomates cherry, queso de cabra, nueces garapiñadas y crotones al estilo Italiano; lejos de ser una ordinaria ensalada, te aseguro que te arrancará un suspiro de sabor.
Si tienes ganas de una entrada más ligera sin sacrificar la experiencia del sabor, la Burrata con manzana glaseada y arúgula será tu opción. No tiene un gramo de desenfado, por el contrario, si te parece sencillo deberás disfrutar de su completo sabor.
Llegó la hora esperada, ¡la carne!. He de confesar que me anticiparon: “te vas a volver loca cuando lleguen los cortes” y así fue. Fueron dos cortes añejos, dos Rib Eye o Bife de Chorizo y un Asado de tira, los tres me robaron el aliento por segundos. Cada uno tuvo su magia, ninguno parecido, ninguno acompañado por lo mismo. El asado de tira fue el primero para abrir el horizonte de los sabores.
El primero de los Rib Eye fue añejado por 11 semanas, un angus adulto, ambos muy tiernos y llenos de sabor; éste fue acompañado con puré de papas tradicional, verduras salteadas al vino blanco. De verdad, el acompañamiento perdió todo lugar en la escena, la carne era fantástica, cada bocado tenía un sabor excepcional.
Aquella persona que diga que no tiene nada favorito, esta mintiendo y en esta ocasión, yo tuve el mío. Un Rib Eye angus de ternera que no alcanzó las 8 semanas de maduración, acompañado de un mix delicioso de ajo y cebolla rostizada, col de Bruselas y papas cambray con romero al horno, fueron mi pase directo al paraíso de sabor, el momento cumbre de la tarde.
Esta, podría confesar, que ha sido de mis máximas experiencias gastronómicas. En cada trozo de carne, perfectamente cocinada era un deleite sin igual, acompañarlo con un poco de verduras del plato, era otra experiencia, cada una, ¡fantástica!.
He de contarles que los platillos que siguen sólo los probé, pues el Rib Eye de casi 8 semanas, fue mi plato fuerte del día.
La lasagna de carne y verduras es otro must del lugar, es una porción suficiente para deleitarte; la conforman dos pisos de carne y uno de verduras asadas, otro regalo de la familia del chef para deleite de los comensales. “El estilo es como lo hacía mi Mamá, con dos buenas capas de carne y las verduras salteadas; me gusta ponerle verduras, para que vean que no esta mal comer verduras, hay que saber hacerlas para que queden bien, con buen sazón” y así ser sirve.
Los Sorrentinos rústicos de ricota, nuez y prosciutto fueron el cierre de la tarde de festín; el raviol redondo es el sorrentino, por aquello del dato cultural gastronómico del día, son servidos con salsa de crema con poro. La pasta es hecha en casa, para que la disfrutes en cada cucharada, seguro de que no la encontrarás en ningún otro lugar.
La propuesta de Mariano Álvarez es hacerte sentir en un lugar de Buenos Aires dentro del mágico San Miguel de Allende. Encontrarás muchos lugares argentinos, pero recuerda que la gastronomía porteña no sólo es parrilla, por lo que el Bistro de la Ciudad Patrimonio te ofrece una experiencia distinta, seguros de que siempre, tendrás alimentos de calidad.
Un lugar para sentirse en casa, atendido por los mejores.
Buenos Aires Bistro
Mesones 62 Centro.
San Miguel de Allende, Guanajuato.
(01) 415 154 63 90
Facebook: Buenos Aires Bistro SMA