Hablar de la rosca de reyes es remontarnos a su significado, su forma representa una corona, la cual se adorna con frutos secos y cristalizados de colores simulando las joyas que estaban incrustadas en las coronas de los Santos Reyes que significan Paz, Amor y Felicidad.
El niño que se esconde hace alusión al momento en que José y María escondieron a Jesús para salvarlo de Herodes.
La tradición señala que quien encuentre al niño en el pedazo de rosca, será quien lo cuide hasta el 2 de febrero, lo vestirá y lo presentará al templo, como lo presentó la Virgen María.
En México, se tiene la tradición de partirla la noche de Reyes en compañía de toda la familia, lo mejor de todo es acompañarla con una deliciosa tasa de chocolate caliente.
En este tema, los estado de Chiapas y Tabasco se llevan las palmas, pues son productores del mejor cacao del país, el cual se mezcla con almendra y canela; se muele para convertirlo en crema de chocolate.
Tras este proceso, se mezcla con azúcar y se introduce en otra máquina, que convierte la crema en polvo fino, éste se disuelve en agua hirviendo y se bate con el molinillo para que tenga espuma. Se trata de una bebida prehispánica.
De acuerdo a la mitología tolteca, el cacao, o «cacahuaquahitl» era el árbol preferido de los dioses, que lo cuidaban celosamente porque de él se extraía una bebida reservada sólo para su deleite. Quetzalcóatl se la regaló al pueblo Tollan, pero la bebida sólo se servía a sacerdotes y altas jerarquías.
Así que esta noche, y todas las que quieras, disfruta de productos cien por ciento mexicanos, además de apoyar a la economía nacional, llevas hasta tu mesa calidad y confianza.
Eso sí, recuerda que si te toca el niño Dios en la rosca, tendrás la obligación de comprar los tamales el día de la Candelaria.