Como cada año, la Feria de León sorprende con nuevas atracciones, sin embargo hay temas que nunca pasan de moda, nos referimos a sus sabores tan tradicionales.
Entre ellos destaca uno que mezcla ingredientes muy diferentes pero que al final resultan en un delicioso manjar: Pan Lulú.
Éste, fabricado de soya y relleno de cinco sabores manzanza con nuez, membrillo con nuez, guayaba con nuez y cajeta con nuez.
El proceso, es un primer instante es mecánico, pues todos los ingredientes de la receta secreta se mezclan en enormes batidoras para crear una masa que procedes al boleo, de ahí, una aplanadora les da forma circular y comienza el arte.
Puestas sobre una gran plancha de acero inoxidable, cada una de las piezas se comienza a embarrar ya sea de cajeta o membrillo, posteriormente se agrega nuez o coco, dependiendo el pedido y se procede a enrollar para que el relleno no se salga.
En charolas grandes se colocan hasta seis piezas para iniciar su cocción dentro de gavetas a temperaturas muy altas.
El olor es más que sabroso y a su vez se observa el crecimiento del pan y su cambio de color, tras cerca de diez minutos todo está listo, tenemos una especia de mega strudel con origen jaliscense.
Estos postres tienen cerca de 40 años de visitar no sólo la Feria de las Sonrisas sino otras más y a decir de sus dueños, sólo se hace presente en ferias que valgan la pena.