Los helados contienen una gran cantidad de triptófano, un aminoácido que calma y reduce la agresividad. Además, contribuye a la producción de serotonina también conocida como la hormona de la felicidad, una hormona que da el sentido de bienestar, felicidad, nos relaja, combate el estrés y ayuda a dormir mejor.
¿Cuántas veces hemos visto películas en las que la protagonista se come un bote de helado para superar una ruptura? Pues tiene su razón. Según investigadores latinoamericanos, durante esta cuarentena es recomendable comer helado, con moderación por supuesto, pero siempre como premio a vivir esta temporada con responsabilidad.
Los estados de ánimo intervienen en la elección para consumir ciertos alimentos, a esto se le conoce como “apetito emocional”. Por ejemplo, cuando estamos contentos optamos por carne, mientras que la sensación de tristeza nos impulsa a comer helados y galletas, y ante el aburrimiento solemos comer papas fritas.
Para elegir el mejor helado, es fundamental conocer sus componentes principales, es decir, que los helados a base de leche o crema son ideales ya que cuentan con proteínas de alto valor biológico, lípidos y azúcares, calcio y vitaminas (B2), al contrario de las nieves de base de agua.
¿Qué tal un helado de fresas con crema?