Todos sufrimos problemas de hidratación de piel, por lo menos en alguna época del año, cuando nos desvelamos, regresamos de la playa o tenemos actividad física intensa.
Sobre todo cuando llegamos a cierta edad en la que la piel se encuentra en un estado de cambio ya que disminuye la producción de colágeno natural en nuestra piel y al igual que el cuerpo ya no aguanta las mismas desveladas, el estrés y el trabajo esto se nota.
Es por eso que Neutrogena®, presenta Hydro boost lo último en tecnología hidratante para el rostro.
El desarrollo de este producto y su incomparable tecnología surgió cuando los científicos de Neutrogena® alcanzaron una nueva comprensión en la hidratación de la piel, creando una Matriz de Cristal Líquido, única, para proporcionar un depósito de hidratación a lo largo del día en los lugares en los que la piel lo necesita.
Neutrogena Hydroboost vuelve a sorprender con una textura exclusiva llamada gel aqua, que refresca la piel y no deja una sensación grasosa, pues se absorbe rápidamente en la piel y la mantiene radiante a lo largo del día.
Esta fórmula única hidrata la piel con diferentes mecanismos gracias a su combinación única de los siguientes ingredientes:
- Ácido hialurónico purificado que actúa como una esponja que retiene el agua, hidratando las células secas de la piel. Cuenta con la capacidad de absorber hasta 1,000 veces su peso en agua, liberándola progresivamente en la piel.
- Extracto de oliva, éste es similar a los hidratantes naturales de la piel y se integra en ella para fortalecerla y protegerla de la pérdida de hidratación.
- Glicerina, la cual evita la perdida de membranas celulares que proporcionan la hidratación y flexibilidad natural de la piel.
Además, su factor oil free está formulado con emulsionantes que imitan los lípidos de la barrera cutánea sin el uso de aceites que pueden dejar la piel grasosa. La fórmula tiene una estética superior con una textura ligera que se seca rápidamente, con un acabado aterciopelado y realmente delicioso.
No olvidemos que nuestros hábitos y rutinas, tarde o temprano, se reflejan en nuestro rostro.