La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), declaró a la charrería, tradición ecuestre de México, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El anuncio fue hecho el pasado 1 de diciembre por las secretarías de Relaciones Exteriores y de Cultura, así como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); la charrería es la octava manifestación cultural viva de México que recibe esta distinción.
Durante la decimoprimera sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que concluyó el pasado viernes, la Unesco estudió el expediente que prepararon de manera conjunta el INAH y la Asociación Nacional de Charros, el cual logró la aceptación unánime de todos los miembros.
Dicho comité está conformado actualmente por representantes de Afganistán, Argelia, Armenia, Austria, Bulgaria, Chipre, Colombia, Costa de Marfil, Cuba, Etiopía, Filipinas, Guatemala, Hungría, India, Líbano, Mauricio, Mongolia, Palestina, República de Corea, República del Congo, Santa Lucía, Senegal, Turquía y Zambia.
Las dependencias y organizaciones mexicanas involucradas, informaron que el expediente que se envió contiene una amplia investigación documental y de campo, que describe a la charrería como un claro ejemplo de la diversidad de las expresiones que surgen del encuentro de las culturas que dan origen a México.
Uno de los documentos más importantes que integran el expediente oficial presentado ante este organismo de Naciones Unidas es el Plan de Salvaguardia, elaborado por la Asociación Nacional de Charros, así como las asociaciones de Jalisco, Huichapan, Polotitlán, Cuenca del Papaloapan, Regionales de San Juan del Río, Morelia y la Tuna Alta.
Dicho plan incluye medidas como la creación de un Conservatorio de la Charrería, conformado por diversas instancias gubernamentales, académicas y de la sociedad civil, las secretarías de Cultura, de Educación Pública, institutos de investigaciones históricas, estéticas y sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, el INAH, la Federación Mexicana de Charrería, y los institutos Nacional de las Bellas Artes, y de la Juventud.
Consideran que la inscripción de la charrería permitirá una mayor vinculación de los valores que promueve la charrería con el Patrimonio Cultural Inmaterial en general y se garantizará su transmisión a las siguientes generaciones, al permitir la creación de nuevos espacios para la práctica de la charrería de manera colectiva e individual.
En México, actualmente, la charrería se practica mediante casi 2 mil actividades anuales en las que participan alrededor de mil asociaciones charras existentes, y su práctica se ha difundido en Estados Unidos, donde hay 184 comunidades charras distribuidas en 13 estados, a saber, Arizona, California, Colorado, Idaho, Illinois, Kansas, Nebraska, Nevada, Nuevo México, Oklahoma, Oregon, Texas y Washington.
La Unesco defendió la inscripción afirmando que la charrería es un elemento importante del patrimonio cultural de las comunidades depositarias de esta tradición y constituye para ellas un medio para transmitir valores sociales importantes, como el respeto y la igualdad, a las nuevas generaciones.
Foto: Boletín Charro