La ciudad de Quito fue nominada como una de las 17 ciudades más sustentables del mundo por parte del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), derivado de sus prácticas para mitigar el cambio climático.
Entre las prácticas desarrolladas por la capital de Ecuador para lograr este galardón, se han plantado más de 385 mil árboles desde enero de 2015; también se ha hecho más eficiente el alumbrado público con la instalación de luces LED.
Asimismo, Quito promueve una política de gestión de residuos sólidos que apunta a reducir en un 5% la producción de residuos per cápita, además de fomentar prácticas como el reciclaje.
Además, el turismo es una de las industrias que más se ha beneficiado de las iniciativas verdes, que ofrece a los visitantes una gran variedad de opciones eco-amigables.
Una de ellas es el avistamiento de aves, una experiencia que suma cada vez más adeptos y que puede realizarse en varios puntos de la ciudad y alrededores, donde hay señalizaciones que indican las especies más fáciles de observar.
La diversidad de microclimas de la zona, que se encuentran entre 500 y 4,700 metros de altitud, ofrecen hábitats perfectos para 542 especies de aves endémicas y exóticas. Hosterías y reservas naturales privadas también ofrecen tours y paseos para realizar esta práctica.