República Dominicana tiene las mejores y más variadas propuestas para enamorados, y es por eso que cada vez son más las parejas que eligen este paraíso caribeño para un viaje de bodas o una escapada romántica. Naturaleza, descanso, aventura y lujo se combinan en paquetes a medida, especialmente pensados para ser disfrutados en pareja.
En Santo Domingo, la ciudad más vibrante y cosmopolita del Caribe, es posible hospedarse en un cómodo resort o en un pequeño y lujoso hotel boutique. En la Ciudad Colonial, reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, las parejas pueden caminar por las calles de adoquines y encontrarse, a cada paso, con las joyas arquitectónicas que los españoles levantaron en la época colonial. Al caer el sol, la Plaza España, poblada de restaurantes y monumentos históricos, se llena de vida. Contemplar el Alcázar de Diego Colón o la Fortaleza Ozama desde una terraza, mientras se disfruta de la más exquisita gastronomía dominicana, es un plan romántico imperdible.
Para los que quieran estar en la playa, en Punta Cana la exclusividad y el bienestar se combinan con la belleza natural. Las parejas pueden realizar paseos en globo aerostático disfrutando de una copa de champagne o tomar lecciones privadas de yoga SUP, una nueva técnica que consiste en hacer posturas de yoga sobre una tabla de surf, flotando en el mar. Ya en tierra firme, la sensación de armonía y relax puede extenderse contemplando la puesta del sol con una bebida en la mano.
Los amantes de la naturaleza pueden adentrarse y realizar senderismos entre los biomas del bosque húmedo de La Ciénaga de Manabao, en Jarabacoa. Allí es ideal para acampar, aunque aquellos que prefieren un poco más de comodidad cuentan con cabañas para dormir. La tranquilidad del lugar y el canto del río Manabao garantizan una relajación total.
La zona de Samaná es maravillosa para recorrer en plan romántico. Ubicada en la costa Noreste, su naturaleza exuberante y virgen ofrece el equilibrio perfecto entre aventura y romanticismo. Las magníficas playas invitan a descansar en armonía con la naturaleza. Cayo Levantado es un paraíso y una excelente opción para ir en pareja. Los más aventureros, pueden visitar en kayak el Parque Nacional Los Haitises, localizado en la parte sur de la Bahía de Samaná. La travesía recorre ríos, manglares, cayos y cuevas y culmina con un típico almuerzo de la zona.
En el sureste del país, la isla de Saona es el escenario perfecto para un viaje en pareja y uno de los más demandados. Sol, arena, aguas cristalinas y una fascinante vida marina garantizan una experiencia inolvidable.
Las parejas pueden tomar una placentera sesión de masajes frente al mar, bajo las palmeras y con el sonido de las olas de fondo, además de fotografiarse en paisajes soñados. Se puede llegar hasta allí en bote desde Pueblo Bayahíbe o, si se prefiere más intimidad, desde La Marina en Casa de Campo es posible alquilar un yate privado, con comida y bebida a bordo.
El hospedaje es un punto destacado en un viaje romántico. En República Dominicana sobran opciones para aquellos visitantes que buscan hospedarse en suites con terraza, jacuzzi y vista al mar en hoteles cinco estrellas, en el entorno cálido e íntimo de un hotel boutique, en privadas cabañas entre hermosos y gigantes bambúes, en villas exclusivas con servicio de mayordomo, o en un resort all-inclusive. Para trasladarse de un destino a otro, nada más romántico que un jet privado o un yate de lujo.
Para los que buscan un destino romántico, República Dominicana está a sólo un par de horas desde la Ciudad de México a través de Aeroméxico, aerolínea que opera cinco vuelos directos semanales en la ruta Ciudad de México – Santo Domingo, con equipos Embraer 190 con 99 asientos, 11 de ellos en Clase Premier.