La cocina tradicional de Tabasco y Guanajuato unieron sus aromas en una de las mesas del San Miguel Food Festival;
Consuelito Venancio y Nelly Córdova fueron las creadoras de los platillos tradicionales, mientras Sofía Antillón, Lupita Vidal y Monserrat Vázquez deleitaron con sus creaciones hechas deliciosos bocados.
Sofía Antillón de Restaurante “Nómada” fue la encargada de abrir el festín. Un cuidado aguachile de betabel, pulpo, callo de almeja, huachinango y atún fue el primer tiempo.
Cada componente fue cuidado de sobremanera, Sofía mostró su dedicación al montar, decorar y completar en mesa tremendo platillo. Singularmente, los ingredientes del mar tenían su sabor, ninguno se perdió, para que el betabel fuera el complemento idóneo.
Siguió Tabasco y en su representación, llegó hasta la mesa un pulpo asado con yuca al mojo de ajo, plátano frito y pesto tabasqueño con chiles y hierbas de aquel edén. Este segundo tiempo corrió a cargo de la Chef Lupita Vidal de “La Cevichería”; nos quedó muy claro que no sólo los platos fríos son deliciosos en manos de Vidal, pues el pulpo estaba en su punto; cocido de una forma en la que el pesto y el ajo bailaron en ele paladar de una forma inigualable.
Desde Comonfort, Guanajuato, Consuelito Venancio y sus tortillas ceremoniales fueron el tercer tiempo. Un pipián de huilota con chile cambray y tortillas ceremoniales fueron el toque de comida ancestral del estado residente para los comensales. El pipián que, era delicioso al principio y picante al final, fue de semilla criolla, india y castilla.
Consuelito pasó a la mesa, comensal por comensal, a ofrecer sus tortillas ceremoniales, las cuales llevan ese nombre porque tienen un sello distintivo con pintura natural y tienen una ceremonia de agradecimiento a la naturaleza.
Siguiendo con los platillos tradicionales, Nelly Córdova de Cocina Chontal, ofreció lengua en estofado tradicional con aceitunas, pasas y almendras.
El platillo del edén tenía achiote puro y también lo acompañó con tortillas tradicionales. La lengua estaba perfecta, suave, con sabor de antaño y fue servido en un plato ahumado traído desde tierras tabasqueñas. ¡Un manjar!.
Fue momento de limpiar el paladar y la Chef Sofía Antillón regresó con un bocado que cumplió con la misión, una pavlova de crema montada de vainilla, miel de limón eureka y flor de azahar, con caramelo de maracuyá y mango.
Para terminar, la Chef Monserrat Vázquez y su amorío con los postres de chocolate perfectos, cerraron la mesa con “frutos de nuestra tierra”, una tarta de chocolate amargo tabasqueño, salsa de garambullo, xoconostle, naranja confitada y amaranto para decorar.
Vázquez es una excelente artista del chocolate, de cómo tomarlo para crear bocados que te enamoren de este ingrediente y pedir más. En esta ocasión, la tarta no fue la excepción y nos dejó deseando que fuera más grande.
El vino para esta cena fue “Mamita querida” de Bodega EBZ, un tinto que combinó a la perfección con los sabores de la noche.
“ A manos de mujer” tuvo la explosión de amor a la cocina, de cómo el maternalismo se transformó en cada platillo, para hacernos sentir queridos en cada bocado, no importando el tiempo de la cena.