Una de las tradiciones más representativas y misteriosas de la cultura mexicana, es sin duda, el Día de Muertos. Una celebración única y original a nivel mundial que festeja a los seres queridos que ya no se encuentran de cuerpo presente, pero sí en espíritu y mente.
El 1 de noviembre es dedicado al alma de los niños y el día 2 al alma de los adultos. En México, no se pierde esta emblemática tradición, que, dependiendo la zona, se vive de manera diferente.
En Campeche, específicamente en el poblado de Pomuch, al norte del estado, se realiza un festejo muy característico en estas fechas místicas, nos referimos a la limpia de huesos de los difuntos. Esta tradición tiene sus raíces en la cultura Maya, para algunas personas foráneas es un insulto no dejar descansar en paz a sus seres queridos, en cambio para las personas de la localidad es algo normal, es una manera de rendir tributo y honor a quienes ya no están con ellos.
Y es que cuando una persona muere, se entierra por un periodo de 3 años para después exhumarla el Día de Todos los Santos, posteriormente se colocan los huesos en una caja de madera en el interior de un nicho, para ser limpiados por sus familiares año con año.
La muerte para el habitante maya no significa el fin de una vida, es un ciclo más dentro del universo.
La muerte es como un largo recorrido en el viaje eterno. Nada se termina con la muerte, es una transformación, un cambio de lugar, que tal vez se encuentra en este mismo mundo, donde puede que nos encontremos, pero en un tiempo diferente. Los Mayas creen en el renacer (ka’a put siijil), por ello, las animas retornan anualmente a la tierra para disfrutar de una semana de vacaciones entre sus familiares y como agasajo es costumbre dedicarles rezos y comidas, de aquí que la costumbre sea conocida como el Janal Pixan o “comida para las almas”, día de muertos o finados.
La celebración de los muertos en nuestra cultura es historia y religión. En esta localidad de Campeche existe la creencia que, si la familia no limpia los huesos durante los dos primeros días de noviembre, se cree que el espíritu entrará en furia y se le podrá ver rondando las calles de Pomuch.
Si tienes la oportunidad de visitar la villa de Pomuch, en Campeche, durante un Día de Muertos será una experiencia enriquecedora. Después de todo, en ninguna otra parte de la República Mexicana se reporta una costumbre así, donde el respeto y la preservación física de sus difuntos, es la principal razón por la cual sigue vigente esta maravillosa tradición.
Datos:
¿Cómo llegar? Se encuentra a 53 km (1 hora aproximadamente), de Campeche.
¿Qué hacer? Puedes recorrer el pueblo caminando o subirte a los tricitaxis que te llevan al cementerio. De igual manera es recomendable deleitar tu paladar con piezas de pan elaboradas artesanalmente y degustar la cochinita pibil que aún se realiza en hornos de piedra bajo la tierra llamados “pib”, y para finalizar esta ruta de sabores, es indispensable darse un chapuzón en las cristalinas aguas de alguno de los manantiales del centro ecoturístico Ich Ha Lol Xaan.
Para más información: http://www.campeche.travel/