Quizá ya las habías visto, escuchado y hasta te las hayan recomendado, pero al ver la larga fila para disfrutar una te de flojera. Son las gorditas tarascas, que siempre presentes en las ferias, le ponen sabor a tu recorrido gastronómico.
Las gorditas tarascas no tienen pierde, hay de chicharrón prensado y requesón. Una autentica delicia callejera.
Por el nombre, sabrás que son de Michoacán y aunque hay otras gorditas con un nombre similar, las preferidas son las tarascas.
Bueno, partamos desde el principio. La gordita es de masa quebrada y desde que se arma en crudo le ponen el chicharrón prensado; lo mejor de esto es que es sólo la mejor parte, no te saldrán pellejos o chicharrón de mala calidad, un acierto de este platillo.
Ya formada la “bolita” de masa rellena, se va a un gran comal a freírse por ambos lados, para que tome su color dorado y su crujiente estilo. Al momento de estar bien cocida, se abre en dos y se coloca requesón, de ese que es como crema untable acidito.
El siguiente paso es la verdura, cilantro y cebolla picados y la salsa de tu elección: guacamole molido como salsa verde o una picosita y tradicional salsa roja.
Este platillo folclórico de las ferias populares no puede faltar en tu récord de “conocer de la garnacha”, pues te aseguramos que querrás repetir la hazaña, aunque en la fila estén 25 personas delante de ti, cada que te quieras formar.
24