La familia Moro, propietaria de Bodegas Emilio Moro, descubrió en 2013 una nueva variedad de uva, godello, la cual los inspiró para adentrarse en el mundo de los vinos blancos.
Para Bodegas Emilio Moro, entrar en un terreno con Denominación de Origen como El Bierzo implicó un reto el cual la familia estaba entusiasmada por enfrentar. Las 58 hectáreas se encuentran en el noreste de la provincia de León, dentro del seno de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
“Aunque estábamos acostumbrados a elaborar vinos tintos, cuando comenzamos con los blancos, las ganas y la ilusión por ello superó, con creces, al miedo e incertidumbre de lo que podía pasar. Y hoy, ese reto se ha convertido en dos joyas, en dos vinos con nombre y personalidad propia, El Zarzal y La Revelía”, comenta José Moro, presidente de Bodegas Emilio Moro.
La tierra es parte esencial del encanto del Bierzo, suelos de montaña constituidos por una mezcla de elementos minerales finos; dada la orientación del terreno, se presentan distintos microclimas ideales para cultivar las uvas; por estar a baja altitud, impide las heladas tardías, esto es positivo para las uvas cuando la vendimia se adelanta.
Concretamente, la godello es una variedad blanca de excelente calidad, con racimo pequeño de color verde amarillo y un perfil aromático complejo. Estas uvas le dan un equilibrio entre acidez y ternura, confiriendo al vino el poder de convertirse en irresistible.
Al estar trabajando en El Bierzo, Bodegas Emilio Moro descubrió una tierra que cada vez daba más y más, de ella nacieron las uvas de sus dos vinos blancos:
El Zarzal, un vino fresco y aromático en nariz, con notas de fruta blanca madura y flores secas, las cuales no deja de lado la mineralidad típica de la variedad. Fresco y agradable de beber, gracias a una acidez y a un volumen muy equilibrados.
Y, La Revelía, una apuesta gastronómica sin precedentes, con una estructura y un equilibrio que enamora. En nariz destaca por la intensidad y complejidad de sus aromas pero con la personalidad inconfundible del godello, la elegancia de una cuidada elaboración y una respetuosa crianza. En boca es untuoso y equilibrado, con una acidez bien integrada y un postgusto duradero.
La innovación es uno de los pilares de Bodegas Emilio Moro, por ello, y para ofrecer un vino de la más alta calidad, durante los últimos años se han implementado tecnologías en los procesos productivos, para permitirles desarrollar levaduras autóctonas extraídas de sus propias viñas.
Con el proyecto “Sensing4Farming”, en El Bierzo, puede llevarse a cabo una gestión inteligente del viñedo, lo que convierte a la bodega de calidad, sostenible y correctamente gestionada digitalmente. Con la implementación de drones, geolocalizadores y sensores, les permite medir factores ambientales clave como la humedad, la temperatura, la absorción del agua o la salud de las uvas.
Además, a principios de año, José Moro se reunió en El Bierzo con su amigo y fiel seguidor de la marca, el pintor Domingo Zapata para lo que anunció ser una nueva acción conjunta en la zona que próximamente saldrá a la luz.
Con proyectos como el de El Bierzo, Bodegas Emilio Moro continúa con su compromiso a ofrecer productos de calidad, innovadores y responsables con el medio ambiente.