El Chef Loyola creando experiencias desde el mercado más grande del mundo

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El Chef Israel Loyola, residente de Jacinto 1930 y tercer invitado del “Rincón Gastronómico”, recorrió por todos los rincones el mercado más grande del mundo, la Central de Abastos de la Ciudad de México.

De San Miguel de Allende rumbo a CDMX y de regreso, Loyola tenía claro que sería una gran experiencia, pues “Un gran plato tiene como origen un gran ingrediente”.

El “Rincón Gastronómico” es una serie de recorridos guiados que busca enaltecer la calidad de los ingredientes provenientes de todo México y de más de 10 países alrededor del mundoy que encuentras en la gran comunidad de la Central de Abasto CDMX.

“Siempre he creído que la base de la gastronomía mexicana es el origen, de ahí parte todo por eso hay que respetarlo. Sin tradición no hay evolución”.

La primer sección a visitar fue la de  flores y hortalizas, dónde Israel Loyola reconoció que cada preparación culinaria debe tener su propia identidad, pues además de un gran sabor se busca generar expeiencias y memorias con la comida, esto mientras recorría las naves de elotes, zanahorias, nopales y el área gourmet que cuenta con los productos más frescos y competitivos en precio a nivel nacional.

Entre la variedad de olores, colores, sabores, la experiencia es increíble, por lo que recomendó que la experiencia deberá ser, por lo menos, una vez en tu vida.

Una vez elegidos los insumos en la Central de Abastos, el chef se trasladó a San Miguel de Allende para deleitar a los participantes de este “Rincón Gastronómico” con un menú totalmente creativo.

El menú estuvo conformado por botanitas, como un taco de zetas, clavo con cebolla salteada, ajo y orégano;  un taco de zetas grises fritas con salsa macha y unos elotes baby con mayonesa de chiles, queso cotija, queso de rancho y jugo de limón.

El primer tiempo fue un ceviche con aguacachile, pepino, lechuga iceberg, chicatanas y una tostadita de camote; como segundo tiempo, fue ensalada de betabel  con crema de queso de cabra con epazote y hierbasanta con lechuga sangría al grill.

Para dar paso a un taco de quintoniles con mole xico y costilla cocina por 12 horas en una salmuera del mismo tiempo y deshidratada por cuatro horas.

Como plato fuerte se sirvió pesca del día con puré de calabaza y epazote con hongos de lluvia en mole amarillo y calabaza; el cierre dulce estuvo a cargo de una deliciosa compota de piña, chilacayota y calabaza con papel arroz y helado de atole negro elaborado con cáscara de cacao, típico de San Miguel de Allende.

  • Con información de agencias
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