Querétaro, gracias a su diversidad cultural, de ingredientes, e incluso su diversidad de climas hacen que la oferta culinaria de sus Pueblos Mágicos sea única.
El clima semidesértico de Querétaro hace que su cocina tradicional del estado cuente con ingredientes como la biznaga, el garambullo, el xoconostle, la flor de palma, la sábila, el maguey y por supuesto el nopal.
Uno los éxitos gastronómicos de Querétaro son las gorditas de migajas o de maíz quebrado.
Pero como ya te adelantamos, no son lo único que disfrutar en tema de gastronomía.
Las gorditas de migas son todo un clásico del Pueblo Mágico de Bernal. La masa y la preparación de estas gorditas se distingue de las preparadas en el resto del país debido al asiento preparado con sobrantes de chicharrón (las famosas migajas) que le dan un sabor muy particular.
El nopal es la base del que podría considerarse el platillo queretano por excelencia: El nopal en penca.
Como su nombre lo indica, se trata de una penca de maguey que ha sido cuidadosamente tallada para retirarle las espinas y rellenarla con nopales, pero también se suele embutir con chorizo, pollo, res o hasta mariscos.
Este platillo se puede acompañar con queso, aguacate, cilantro y salsa. La receta viene desde tiempos prehispánicos y se puede encontrar tanto en el Pueblo Mágico de Bernal como en Cadereyta de Montes y el municipio de Tolimán.
Si nos trasladamos a Amealco de Bonfil podemos encontrarnos con el mole con guajalote, el cual no es solo una especialidad de las cocinas del pueblo, sino que es toda una tradición comerlo específicamente los martes. Era costumbre que el día de descanso en la localidad fuera los martes y para celebrarlo se acudía al Cerro de los Gallos a una comida familiar. Fue en estos primeros encuentros donde empezó a haber concordancia en la preparación de un platillo tan delicioso como peculiar, un mole de guajolote.
En el terreno de las bebidas hay que mencionar dos de los mejores secretos de Cadereyta de Montes: el charape y el mejengue. En ambos casos se tratan de bebidas alcohólicas hechas a base de pulque.
En el caso del charape los ingredientes que se añaden al pulque son piloncillo, anís, canela y clavo; la gente de la comunidad de Villa Guerrero extrae el aguamiel del agave y lo almacenan en tinacales donde se lleva a cabo un proceso de fermentación que puede durar hasta 3 meses. Por otro lado, el mejengue se mezcla al pulque con maíz molido, piña y plátano para posteriormente dejar la bebida reposar por tres días.
Para conocer todo sobre los lugares que conforman esta ruta se puede consultar el siguiente enlace: https://sierragordaecotours.com/lugares-donde-comer/