Hablar de las guacamayas de León, es sinónimo de hacer mención de historia y tradición en la ciudad, así como de un platillo que aunque parece sencillo, esconde detrás la magia de quien lo prepara.
Los ingredientes esenciales son bolillo, duro de puerco, salsa de jitomate y limón, habrá quien agregue otro tipo de insumos pero rompe con lo tradicional.
En esta ocasión, el apetito nos condujo a la colonia Andrade, justo en la calle Américas #602 esquina con calle Roma, donde de manera diaria se aglutina la gente para probar las famosas guacamayas del penthouse.
Desde hace más de cuatro décadas, José de Jesús Preciado junto con su familia ha elaborado este delicioso manjar callejero, al principio la zona era muy exclusiva sin embargo el sabor y el servicio le dieron tanta fama que hoy, pese al paso de los años, continúa con esta labor.
Al principio te será difícil ubicar el lugar, pues es una pequeña reja la que a diario se levanta para ser acompañada por un par de sombrillas muy coloridas y la vitrina donde coloca todos los ingredientes.
Desde que se escoge el bolillo puedes percibir el olor del mismo, es en ese momento cuando se abre más el apetito y al escuchar el crujir del chicharrón te das cuenta que estás a punto de saborear este manjar.
Obviamente la salsa no puede faltar, y a decir de José ‘el soñador’, como también lo conocen, a pesar de ser una salsa en apariencia sencilla, la manera de cortar el jitomate, los chiles y la cebolla hacen de ésta el toque mágico.
Unas gotas de limón y un poco de aguacate y listo… La guacamaya está preparada para su primer mordida, en ese momento los sabores amargos y picantes y las texturas suaves y rugosas se convierten en toda una fiesta en tu paladar.
Si comes poco picante quizá te enchiles al principio pero con cada mordida será tanto el placer que olvidarás lo enchilado, en cambio si eres amante de este sabor será toda una delicia.
Además de las guacamayas puedes comer chicharron con salsa de jitomate o tacos de aire o como dicen en León, ‘de venada’ porque no llevan relleno alguno.
Así que ya lo sabes, si buscas saciar el apetito y tienes antojo de un platillo típico de León, no dudes visitar este lugar, eso sí hazlo entre once de la mañana y dos de la tarde o podrías no encontrar ni siquiera morusas.