Uno de los dulces más consumidos y realizados en los hogares de Michoacán es el ate de la capital, el cual cuenta con Denominación de Origen: “ate de Morelia”, certificado por el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI).
El ate es un postre tradicional y emblemático; consiste en una pasta de fruta, que se cocina con mucha azúcar. Esta pasta se puede hacer de diversas frutas, no cuenta con alguna en especial.
La historia se remonta a los tiempos de los conventos, especialmente el que albergaba a las monjas en Santa Rosa de Lima, hoy Conservatorio de las Rosas, adaptando las recetas tradicionales españolas con frutos locales.
Hoy en día, este dulce puede ser consumido de diversas formas: degustándolo con queso, pan, para endulzar alguna bebida o bien, combinar con helado o comiendolo solo.
Si quieres saber más sobre este gran dulce michoacano, podrás investigar en el Museo del Dulce en Morelia, el cual data de la época del Porfiriato y encontrarás más de 300 variedades de productos.
Esta frente a Palacio Federal; también lo puedes ubicar como el “Dulces Morelianos de la Calle Real”, casona que remonta a la época colonial, donde podrás deleitarte con la oferta de confitería típica.