Hablar del turismo religioso de nuestro país nos obliga a visitar San Juan de los Lagos , Jalisco, el cual, durante los últimos días de enero y primeros de febrero recibe a más visitantes de los habituales.
Justamente es el 02 de febrero, día de la Candelaria, cuando celebran a su patrona: la Virgen de San Juan o la Virgen Chiquita, como con amor la han llamado los fieles.
Llegas hasta el templo principal se vuelve toda una odisea, pues debes recorres cada una de sus calles, llenas de vendedores de todo tipo de productos; en un inicio los locales te ofertan colchas, toallas, cobertores y demás, sin embargo, conforme vas caminando, la cosa cambia.
Comienzas a sentir el fervor de la gente a través de las figuras religiosas, rosarios, escapularios y demás artículos van inundando los puestos, la voz de los comerciantes se vuelve toda melodía de «pase sin compromiso», «por preguntar no se cobra», «en qué talla lo buscabas», y demás.
Sin embargo, a lo que los oídos no se hacen sordos es a la degustación de los dulces típicos del lugar, no se diga el alfajor y la cajeta que podrás encontrar en muchas presentaciones: natural, envinada, de nuez, tres leches, de coco y demás.
Punto culmen de tu visita es la Catedral Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, ubicada al centro de esta ciudad, la importancia de esta iglesia reside en la veneración a la imagen de la virgen que donó a la ciudad el fraile franciscano Miguel de Bolonia en el año 1542. Esta imagen se considera milagrosa desde la época colonial.
Al salir, serás invadido por cientos de vendedores que te ofrecerán estampitas con la imagen de la virgen y hasta la «tierrita de San Juan«, para muchos milagrosa, para otros más una simple combinación de agua y minerales.
Aquí podrás encontrar un sinfín de artículos para el hogar, de todos los materiales y para todos los bolsillos.
Aún estás a tiempo de disfrutar de una de sus principales conmemoraciones, eso sí, te advertimos que ocupa el segundo lugar en cuanto al número de visitantes en el país, sólo después de la Basílica de Guadalupe, es decir, recibe más de 5 millones de peregrinos al año.